lunes, 17 de octubre de 2016

Algo huele a podrido en Ferraz

¿Sirve twitter para algo más allá que para comentar Eurovisión y hacer así más sobrellevable la sucesión de baladas con crescendo vocal final?  

Siempre he creído que no, hasta hace una semana. Entonces descubrí que twitter era muy útil para seguir la mejor serie de intriga política que he podido ver en los últimos tiempos. ¿House of cards?, ¿El ala oeste de la Casablanca?, ¿Veep? En absoluto. La crisis del PSOE.

Si hubo una época en la que parecía que la vida de los Borbones estaba guionizada por un escritor republicano, ahora parece que la estrategia política del PSOE está escaletada por otro guionista... militante del PP. 


Repasemos los hechos.  

El 15M, la abstención y que parte de sus votantes ahora prefieren a Podemos hacen que el PSOE pase por una mala racha. En las primarias sale elegido, contra todo pronóstico, un mozo de nombre insulso y pinta de galán: Pedro Sánchez. Su adversario es Eduardo Madina, un histórico que contaba con el apoyo de los "barones", los grandes nombres del partido. Pero, ojo, no todos los barones apoyan a Madina. Se dice, se comenta, se rumorea, que Susana Díaz, la baronesa de Andalucía (el bastión del PSOE) apoya a Sánchez. ¿Y por qué? Se dice, se comenta, se rumorea, que Susana está esperando su momento para hacerse con la secretaría general del partido y, mientras tanto, necesita a alguien de perfil bajo.

¿Perfil bajo? ¡Ja! Pedro está dispuesto a todo para hacerse notar. Va a cualquier programa a hacer lo que se tercie: encestar balones en "El hormiguero", jugarse la vida y de paso marcar huevada en "planeta Calleja", llamar en directo a "Sálvame"... Por el camino se lleva unas cuantas críticas y se dice, se cuenta, se rumorea, que sus compañeros de partido empiezan a estar un poco hartos de él. 

Llegan las elecciones y el PSOE sigue sin levantar cabeza. Cuando Rajoy dice que intentar pactar con otros para gobernar pa qué, si van a pasar de él, Pedro (Pdr en twitter) se lanza. A la hora de dialogar mira a derecha (Ciudadanos) e izquierda (Podemos) y opta por dialogar con Ciudadanos con los que pacta una serie de condiciones. Podemos no está de acuerdo y se esfuma la opción de Pedro de convertirse en el primer presidente guapo de la historia de la democracia. El país se queda sin gobierno y toca volver a votar.

Llegan las segundas elecciones y el PSOE sigue bajando. Pero el PP tampoco tiene suficientes votos para gobernar en solitario y no le basta con los votos de Ciudadanos. Necesita al PSOE. Pdr dice aquello de "no es no". Por lógica, decir no al PP implica dialogar con Podemos (y con IU y con todos los partidos nacionalistas que andan por ahí y que sumen) o habrá que ir a terceras elecciones, cosa que nadie (a excepción quizá de los fabricantes de urnas) quiere. Entonces habla el gurú, el barón de barones: Felipe González. Y suelta que se siente herido en sus sentimientos porque él habló un día con Pdr y le había dicho que iban a dejar gobernar al PP absteniéndose.

Se convoca una reunión extraordinaria del comité federal en Ferraz donde un grupo de críticos con Pdr quieren arrebatarle la secretaría general. Tras una tarde llena de discusiones por cosas tan profundas e importantes como quién puede usar el micrófono, el sector crítico logra su objetivo: Pdr ya no está al frente del PSOE, sino una gestora. Ahora bien, a día de hoy siguen sin aclarar si se van a abstener o no. No es que los que han depuesto a Pdr lo hayan hecho por estar en contra de pactar con Podemos, los hay que quieren mantener el "no" a Rajoy. Porque al final esto no es una rebelión basada en estrategias políticas, sino una rebelión por el poder, con sus amiguismos, sus vendettas... como en Hamlet, el Rey Lear o Macbeth. Y mientras acudimos al hundimiento de un partido político histórico, el resto del país está ocupado haciendo chistes en twitter. 


Ferraz se ha convertido en el escenario de una tragedia shakesperiana. Felipe González y Susana Díaz son los malos malísimos. Felipe González es como el rey Lear, que no encuentra a nadie digno de su legado. Susana Díaz sería una Lady Macbeth andaluza. En todo este drama de dimes y diretes, de quítate tú para ponerme yo y de dejenme hablar, que yo soy la máxima autoridad del partido... ¿quién es el bueno? Podría parecer que el bello Pdr, pero ya hemos visto que él, como Madina, lo que quiere es el puestazo, todos luchan por la corona... como en un drama shakesperiano. Como decían en Ricardo II:

Por Dios, sentémonos en tierra a contarnos historias tristes de la muerte de los reyes; depuestos unos, otros matados en la guerra o acosados por las sombras de sus víctimas o envenenados por sus esposas o muertos en el sueño, todos asesinados. Pues en la hueca corona que ciñe las sienes mortales de un rey, tiene su corte la Muerte.

Pero no estamos en el siglo XVII. Ya no hay duelos. Los venenos se detectan en las autopsias muy fácilmente. En la tragedia queda muy catártico que los ambiciosos sin escrúpulos mueran al final. En la vida real los ambiciosos no acaban así, sino que logran un puesto en el consejo de administración de Gas Natural o de Endesa. Quizá ésa sea la diferencia entre ficción y realidad.

Y vosotros, ¿quién creéis que es "el bueno" en toda esta historia?, ¿nadie en absoluto?, ¿o salvamos de la quema a Miquel Iceta porque nadie que baile con tanto sentimiento puede ser mala persona?

Last, but not least, os cuento que un texto mío, "empleo a primera vista" está representándose en Microteatro Madrid. Estará ahí todos los martes de octubre, desde las ocho de la tarde. ¡Vénganse todos!