lunes, 23 de febrero de 2015

Los Óscar más Ñé

Que sepáis, queridérrimos lectores, que esta entrada la he hecho con sangre, sudor y lágrimas. Anoche me vi la alfombra roja tal que así: la televisión encendida con el 24H de TVE, en el ordenador: twitter abierto, facebook también, las páginas just jared y trendencias para ir buscando fotos y también Yomvi para ver la alfombra roja por gentileza de mis queridérrimos amigos T. y L., que me pasaron su clave. Seis pantallas a la vez, que parecía Nacho Cano en su época de Mecano, cuando tenía un teclado para cada dedo.

Pero antes de diseccionar la alfombra roja permitidme un párrafo, sólo uno, para hablar de cine, que es esa cosa que se premia después del paseo de las estrellas con sus modelazos. Y es que estoy muy indignada por la ausencia de una película que, para mí, ha sido de lo mejor de lo visto el año pasado: "La lego película". Me hubiera gustado verla nominada a mejor guión, por supuesto a mejor película de animación y, visto el nivel de sus competidoras, también a mejor película. Y es que (va, venga, un parrafito más y hablamos de la alfombra roja, lo prometo, de momento os dejo una foto para ir abriendo boca)...:

¿Las nuevas figuras de Madame Tussaud's? ¡No! 

...me he visto un montón de las películas nominadas de este año. Mis favoritas eran "Boyhood" y "The imitation game". "Foxcatcher" es interesante, sobre todo cuando consigues abstraerte de la nariz postiza de Steve Carell y dejas de pensar que es Joaquín Reyes en Muchacha Nui, pero también es lenta y fría, gélida, más que un Corneto. "Whiplash" es como el sargento de hierro pero con un batería de jazz que se tira media película ensayando la misma pieza hasta que te entran ganas de meterle las baquetas por algún orificio de su cuerpo. Y "Birdman". Ay. Qué cosa más insufrible. Con una banda sonora que parece el pesado de Whiplash dándole aún más fuerte a la batería, una cámara que no para quieta y una historia que no es sobre el ego de los actores, no, es sobre el ego de Iñarritu, desde el primer minuto de la película mostrando que es un gran director porque: eh, fíjate, todo lo he hecho con planos secuencia. Así que el palmarés de este año me gusta entre cero y nada.

Y ahora, al tajo de verdad.

Si en los Goya llamó la atención la cantidad de actrices luciendo sepsis (que no sexys) para llamar la atención del público, los directores, y las marcas que busquen caras bonitas, en los Oscars ha llamado la atención la cantidad de vestidos ñé. ¿Qué es ñé?, dices mientras clavas en mi pupila tu pupila azul, ¡ñé eres tú! Todos somos ñé. Todos tenemos un día ñé. Un día que no estamos en nuestro mejor momento. Como Rosanna Arquette, que lleva en un día ñé desde 1995:

A estas dos fotos las llamaría: "hubo una época en la que yo era más famosa que tú". Porque sí, hubo un momento (lejano ya) en que Patricia era la hermana de Rosanna, y no a la inversa.

Dakota Johnson lleva un vestido anudado a un lado no vaya a caerse y se vean sus encantos, que para eso hay que pagar la entrada e ir al cine a ver "50 sombras de Grey". A su lado está su señora madre: Melanie Griffith, que lleva sin protagonizar una película decente más o menos desde el año en que olvidamos que Rosanna Arquette era actriz.

Pero es que hasta Naomi Watts tiene un día ÑÉ. Como decía mi amigo M. anoche en Facebook: ella estaba en la playa en Malibú tomando el sol y de repente se dijo a sí misma, ¡leche, que empiezan los Óscar! Se puso un vestido encima del bikini, y para allá que se fue:



En cuanto a Lupita Nyong'o... Tengo dudas. Con su vestido de perlas me pasa como con el wombat, que no sé si me gusta o me repele.

También una de esas mujeres que despiertan no admiración, sino envidia de la mala: Jessica Chastain, tuvo un mal día. No tanto un día ÑÉ como un día Terelu Campos. Porque, Jessica, darling, ese vestido lo podría haber llevado Terelu a la boda de su hermana, ésa que salió en la portada del Diez Minutos.






Gwyneth Paltrow animó su vestido con un floripondio que se veía desde el satélite de Google Maps. Y Gina Rodriguez (la chica de azul de la derecha) acabó de arreglar su vestido comprado en los saldos del Primark con un moño con tupé mortal de necesidad. Gina Rodríguez, por si no lo sabéis, es la protagonista de la comedia de la temporada, la serie "Jane the virgin", de la que ya hablaré un día de estos, porque me tiene enganchaíta.

Pero eso será otro día.

Que aún quedan vestidos ÑÉ. De Kelly Osbourne, que es como la Kardashian, que no sé porqué es famosa, pero ahí está siempre, nos lo esperamos. A ver, lleva el pelo lila, elegante no va a ser. Pero de Felicity Jones...:




A Felicity le da igual que no le den el Oscar. O que la gala dure más que un discurso de Fidel Castro, porque debajo del vestido lleva varias revistas, una Xbox y un bocadillo de mortadela.

Tranquilos, que no todo fue ÑÉ. También hubo la necesaria ración de modelitos sepsis. Por supuesto, de la mano de Jennifer López, a la que su estilista esta vez convenció para que luciera un vestido de princesa Disney, con mucho vuelo y mucho tul... y JLo aceptó, siempre y cuando el escote le llegara hasta el ombligo, literalmente:




Margot Robbie no necesita ir especialmente sexy, que eso lo lleva ella de serie. Atención a su manera de posar, como si viniera de un after. Mención aparte, y párrafo aparte, se merece Scarlett Johansson.

A ver, Scarlett. Ese collar del Lefties, bueno, pase. Ese tupé que te hace cabezón, bueno, pase. Pero... ¿qué es eso que llevas en el brazo?, ¿una calcomanía?

Hasta Marion Cotillard y sus ojazos azules y su savoir fair y su je ne sais quoi tuvieron un mal día:



Porque ese vestido/sábana, Marion, es mal. Es más, es ÑÉ.

Lady Gaga fue, para lo que es ella, muy clásica. Hoy no tocaba traje de carne cruda. Una pena, porque siempre se agradece un toque de extravagancia, da igual que venga de Bjork, Helena Bonham Carter, Tilda Swinton o Massiel. Lady Gaga sólo necesitó unos guantes de fregar para asegurarse muchas fotos y, sobre todo, muchos memes.

En cuanto a Lorelei Linklater, los que hayáis visto "Boyhood" sabéis que la película no sólo es una reflexión sobre el paso del tiempo, las relaciones familiares y los lazos entre padres e hijos... también es sobre una gran verdad de la vida: que los niños se estropean cuando llegan a adolescentes. Ahí está Lorelei, en plena fase "déjame que me exprese con mi ropa, mamá".

A estas alturas de post os preguntaréis si es que no hubo NADIE elegante. Quizá apostéis por lo seguro, por Julianne Moore o por Cate Blanchett:


Pero a mí me parecieron un poco zzzzzzzz. Aburridas. Pese a que el collar de Cate debía valer lo que toda la deuda griega.

Sólo me gustaron un poco ellas tres: Rosamund Pike de rojo, Chloé Moretz con un vestido que tenía una gran baza a su favor... ¡bolsillos! y Emma Stone, que va divina hasta cuando luce un vestido color Calipo de limón:

Y vosotros, lectores de mis entretelas, ¿también pensáis que estos Oscars han sido muy ÑÉ?, ¿creéis que Birdman es una caca de paloma o una obra maestra?, ¿pensáis que Boyhood sería perfecta si se hubiera acabado cuando el protagonista cumplía 16?, ¿os indigna la ausencia de La Lego película, sólo representada por su nominación a mejor canción y sus compositoras hipsters?, ¿se está convirtiendo John Travolta en el nuevo Michael Jackson?, ¿la esposa de Benedict Cumberbatch es, en realidad, su hermana?

Como hace mucho que no me dedico al noble arte del autobombo, os informo de que hay una obra en Microteatro escrita por moi. Se representa todos los martes de este mes, hasta el 3 de marzo. A partir de las ocho de la tarde en pases cada media hora, hasta las diez de la noche.

domingo, 8 de febrero de 2015

Los Goya más sepsis

Una vez hice un curso que se llamaba "el guionista y el actor trabajando juntos". El último día de clase nos fuimos a tomar algo al bar de enfrente, que tenía un Singstar con canciones de Disney, supusimos que traído por los padres de unos niños que celebraban una merienda en un apartado del bar. Aquello acabó con los actores peleándose por el micrófono para cantar "bella y bestia son", ante la mirada alucinada de los niños y de los guionistas.

Sólo esta pasión por el micrófono y por cantar explica que en todas las ediciones de los Goya haya número musical. Que cante Ana Belén, bueno, vale, ella también es cantante. Que canten a dúo Lolita y Miguel Poveda, después de un video de Lola Flores, vale, sí, tiene sentido. Que el cámara enchufe un primerísimo primer plano de Asunción Balaguer justo cuando no se sabe la letra de "resistiré", bueno, es un lapsus. Pero que Hugo Silva y Fran Perea destrocen "Yo soy aquel", ¡eso es sacrilegio!


Fran Perea, lo de actor bien... pero lo de cantante... lo de cantante regular

Y no pienso decir nada más de la gala, más que nada porque no la vi entera. Lo que sí vi fue... ¡¡¡¡la alfombra roja!!!!!

¿Es Madonna en su nuevo video de torera sepsi? ¡No! Es María León:

Esta chica es muy mona, pero este color teja desvaído no le sentaría bien ni a Charlize Theron.

Para leer esta crónica es fundamental entender un concepto: sepsi. Sepsi es lo que pretende ser sexy y se pasa, o no llega, o se pasa de hortera o enseña cosas que mira, mejor no. ¿No pilláis del todo el concepto sepsi? Una imagen vale más que mil palabras:


La actriz de "El niño" Mariam Bachir y Ana Álvarez, que creo no hace ninguna película desde el siglo pasado (vamos, desde 1999) se pasan por el forro aquello de que más vale insinuar que mostrar con unos vestidos que bien podría llevar Juncal Rivero en una gala de José Luis Moreno.

Pero hay actrices frioleras que no están por la labor de mezclar escotes, más aberturas, más transparencias... y copian a un icono del estilo: Ramón García. Las capas están de moda:







Que se te marquen los pezones en todo su esplendor, también es sepsi. 

Y sí, amigos, las cositas metálicas que decoran el vestido de Aura Garrido son balas. Qué pena que no las usara contra Alex O'Dogherty cuando se marcó un número musical que duró casi tanto como el discurso de Antonio Banderas.

Las capas son una modernez de las últimas alfombras rojas. Pero si quieres ser clásica nada como un poco de brilli-brilli. Lo vimos en todas las versiones: en versión vestido aburrido, como el de Pé, en versión burbuja de Freixenet como Ingrid Rubio (que cada año que pasa se parece más a Ana Belén), en versión verde elegantoso, como el de Marta Nieto, versión apretao para India Martínez...:







Pé se marcó un Carolina de Mónaco con su pelo. ¿Os acordáis de Carolina en la boda de Feli y Leti?¿Qué le pasó a Pé para ir peinada como una persona normal?, ¿estuvo discutiendo con Ernesto Hannover?, ¿le dieron mala noche sus criaturas?

Y, por supuesto, también hubo vestido brilli brilli de burbuja de Freixenet... ¡sepsi!, el de Manuela Vellés:

Se recomienda el uso de gafas de sol antes de mirar directamente a este vestido.

Cursis cual cupcake de vainilla con frosting de fresa iban Macarena García, Inma Cuesta y Dafne Fernández con vestidos llenos de flores en tonos tarta de cumpleaños o, como dirían en los blogs de moda "empolvados":





¿Hay un color más feo que el lila? Yo digo que no. 

Quien tuvo la idea de celebrar esta gala en febrero debió ser la misma mente maligna que decidió que Carnaval fuera en febrero y no en un mes más normal, tipo mayo o junio. ¿Cómo no se le iban a marcar los pezones a Elena Anaya si hace un frío que pela?

Pero hay opciones para ir mona y no morir congelada. La opción más práctica es llevar un brasero camuflado bajo la falda. Con que la falda sea gruesa y abullonada es más que suficiente:



El problema de este tipo de vestidos es que convierten a la que los lleva en Anne Igartiburu, sin ser ellas nada de eso. En el caso de Carolina Bang, se confirma que robó varios vestidos del set de "Tierra de lobos", que no es la primera vez que aparece con vestido rollo siglo XIX.

¿Y quiénes fueron las mejores? Según mi experta opinión en moda (que sepáis que escribo esto llevando un pijama de Oysho desteñido y dado de sí) fueron Úrsula Corberó, Bárbara Lennie y Juana Acosta. Aunque lo que verdaderamente me ha ENCANTADO y me lo compraría ahora mismo es el bolso frigo pie de Macarena Gómez.






En cuanto a los mozos, qué queréis que os diga, muy sosos, todos con sus corbatas y de oscuro. Para hacer bonito este año han invitado, además de a la ya habitual Nieves Álvarez, al modelo Jon Kortajarena. Para otros años sugiero que pongan a Nieves y a Jon en el escenario, quietos, posando, adornando un poco ese escenario tan grande y tan vacío.

Y luego estuvo por ahí él: Pdro. No Pedro Almodóvar. El otro Pedro. Pdro sin e. Que aprovecha cualquier evento para que le hagan fotos, que por algo es el único político de primera línea fotogénico, y de paso tuitear y hacer la pelota indiscriminadamente, ¿que los del cine quieren que bajen el IVA? Pues él dice que sí, que lo bajará, que faltaría más.

Pero, ¿quiénes fueron las peores? Porque sí, hubo invitadas todavía peor vestidas que Ana Álvarez, Inma Cuesta o Natalia Sánchez. Ahí está Adriana Ozores vestida de Mary Poppins, si Mary Poppins hubiera sido dirigida por Tim Burton:






Loles León aprovechó el disfraz de viuda negra que se va a poner la semana próxima en la fiesta de Carnaval del Círculo de Bellas Artes. Massiel la acompañará, pero vestida de Tino Casal.

Y vosotros, ¿también creéis que deberían invitar SIEMPRE a Loles León, a Massiel y a Jon Kortajarena a los Goya?, ¿de qué creéis que iba disfrazada Adriana Ozores?, ¿estáis de acuerdo con los premios?, ¿qué ocultaban Suárez, Bang y Frejeiro bajo sus faldas?, ¿eran las gafas de Banderas las del abuelo de "Up"?