jueves, 29 de agosto de 2013

Llámalo plagio, llámalo homenaje


--> Entre Bárcenas, Siria y Egipto hemos tenido un agosto que no lo conoce ni la madre que lo trajo. 

Ni noticias sobre nuevos sabores de helado, ni sobre qué calor que hace, ni sobre las fiestas más guarras de la geografía española. Las noticias de verdad han ocupado casi todo el tiempo del telediario, y oye, se agradece. Pero siempre se acaba colando alguna de esas noticias, que en realidad deberían llamar de otra manera; anécdota, chorrada o tontunada, serían nombres mucho más adecuados. Y la tontunada de este agosto ha sido que la canción de este verano, "blurred lines", de un tal Robin Thicke, podría ser un plagio. Excusa fantástica para, de paso, poner el videoclip de "blurred lines" donde, ¡oh sorpresa! resulta que salen varias modelacas a ratos con bikini, a ratos sin bikini. 

El caso es que, oídas las dos canciones: la original de Marvin Gaye, y la de Thicke, yo no noto el plagio. Pero a mí no me hagáis caso, que nunca he distinguido a Annie B. Sweet de Russian Red...

Y de todas formas, ¿dónde está esa finísima línea que separa el plagio del homenaje, al guiño de la adaptación?, ¿es cuestión simplemente de pagar el dinerete correspondiente al homenajeado/plagiado? Porque no siempre es así.

En el mundo de la moda, por ejemplo, se plagia descaradamente. Tan descaradamente que nadie disimula. Y tampoco se paga ningún tipo de porcentaje al diseñador plagiado. Sencillamente se asume que los diseñadores de alta costura plagiados y las grandes cadenas que los copian tienen diferentes públicos.  

Unos se pueden gastar los 2.000 o 3.000 euros que vale un vestido de Valentino y otros los 29.99 que vale uno en Blanco:

En la música, si plagias te enfrentas a un juicio millonario. Pero si homenajeas, la cosa cambia. En una época en la que Zara, Mango y H&M se forran a base de clonar la ropa de los diseñadores de campanillas es normal que las bandas tributo tengan el éxito que tienen. Antes actuaban en tugurios de mala muerte, de esos que programan monólogos, magos, o bailes regionales, en una tarima de dos metros cuadrados. Ahora llenan salas de conciertos, y hasta hay agencias de representación especializadas en contratar a bandas tributo.

El auge de los grupos homenaje llega hasta el punto de que tienen que echarle mucha imaginación a sus nombres para poder distinguirse de los otros imitadores.

Así tenemos a los Zombeatles, y es que con la cantidad de imitadores que hay de los Beatles (sólo en España están Abbey Road, The Blisters, The Beatboys, The Getbackers... ), estos se distinguen porque van siempre caracterizados de zombies.
 
Gabba rinde tributo a dos grupos a la vez a ABBA y a... ¡Los Ramones!

Y mi preferido, Mandonna, que podría llamarse así en honor al genio que seguro que tiene la ambición rubia, pero no, es que son hombres imitando/homenajeando a Madonna.

En España tenemos a los Gansos Rosas (Guns'n roses), La Fuerza del Destino (Mecano) o Iberia Sumergida (Héroes del silencio). Aunque, puestos a elegir un nombre, yo personalmente hubiera elegido "No seas membrillo" para la banda tributo a Héroes y "Tú contestastes que no" para la de Mecano.

Ejercicio de agudeza visual, ¿quién es Bunbury y quién su imitador?

Yo he visto a Iberia Sumergida en directo, sin ser yo fan de Héroes del Silencio ni nada de eso. Y qué queréis que os diga, me lo pasé como una enana. Porque si hay algo que tienen tanto las bandas homenaje como su público es entusiasmo. Esos fans son tan fans que graban en su móvil hasta la actuación de los imitadores . Ese cantante de Iberia Sumergida entregado, que seguro se ha hecho la permanente para tener el pelo tan rizado como su ídolo. Y además todo por un precio de lo más asequible, oiga.

Tiene sentido brindar a los fans, que siguen siéndolo, la oportunidad de ver en directo a grupos que ya no son tales. Lo que ya es absurdo es que haya bandas homenaje de Fito y Fitipaldis, de Sabina o de Loquillo

Y vosotros, amigüitos, ¿habéis visto a alguna banda tributo?

Ah, y el sábado ¡nos vamos de boda! Se nos casa la pareja más jipiji de toda Ibiza; Andrea Casiraghi y Tatiana Santo Domingo. Como no me han invitado (francamente, no entiendo porqué), me conformaré con comprarme el Hola y os emplazo en este, vuestro blog, para comentarlo todo todito todo en cuanto salga la revista de las revistas. 
 
Y también el sábado hay otro evento, la proyección de "Lo último hago para el Notodo" en el festival La Nit Més Curta, en Vilassar de Dalt, Barcelona.


jueves, 22 de agosto de 2013

El empotrador total


-->
Que conste que yo no quiero, que sois vosotros los que me obligáis.

¡¡¡40 visitas en el último post!!! Pero, qué pasa, ¿estáis todos de vacaciones?, ¿no sabéis que hay crisis?, ¿o estáis tan en crisis que ni siquiera pagáis a vuestro proveedor de internet?

Así que me veo obligada a ir a lo fácil (me obligáis vosotros, que conste). Como Matías Prats cuando da paso a las noticias sobre Victoria's Secret, o Pedro Piqueras antes de hablar de alguna playa de medusas en alguna playa de Levante, excusa perfecta para sacar a alguna moza de buen ver haciendo top less... Igual que ellos, yo me veo forzada (por vosotros, ¿eh?) a hacer un post veraniego y tontorrón sobre mozos de buen ver.

En este vuestro blog ya hemos hecho un recorrido extenso sobre los guapos de las pantallas. Hemos hablado de esos guapos que rozan la perfección (y que, por supuesto, son gays), de esos guapos que no lo parecen de primeras, pero luego lo son, y de esos que no te convienen nada pero molan. Y hoy toca hablar de otro tipo de guaperas, esos que rompen el molde, los machos alfa, esos que despiertan las feromonas y dan ganas de mejorar la especie. Hablamos del "empotrador total". Que esta bonita expresión no es de mi copyright, sino que la leí en el muro de una amiga al referirse a Daniel Craig. En concreto, sus palabras fueron: "la última de Bond un bluf, menos mal que está Daniel Craig, ese empotrador total".
Y bien, ¿de qué hablamos cuando hablamos de un empotrador total? Desde luego, no de Daniel Craig, que tiene pinta de tratante de blancas, además de un sospechoso parecido con Vladimir Putin.

Como yo me tomo muy en serio estas clasificaciones sobre la belleza, he realizado una pequeña encuesta, de la que resulta que 3 de cada 4 amigas que han visto “The wire” votan por Idris Elba como empotrador total. 
A mí, qué queréis que os diga, este señor me da miedo, entre que mide 1.90, es negro como la noche y tiene unos brazos que parecen columnas salomónicas, me parece perfectamente capaz de merendarse a cuatro como yo todos los días. Que igual precisamente es ésa la razón de que a mis amigas A. y F. este hombre les provoque ataques de risa floja. No olvidemos al sabio refranero español: "Once you go black, you never go back".

Mi opción personal como empotrador total, como megamacho que despierta instintos que nosotras las señoritas que pelamos los langostinos con cuchillo y tenedor negaremos tener, es Ray Stevenson. Actor irlandés también grande como un cachopo, con los ojos verdes y espaldas inabarcables. Aquellas que hayáis visto "Roma" y, sobre todo, la séptima temporada de "Dexter" me entenderéis. A este hombre-armario le queda bien hasta el look mafioso horterilla.

 ¿Es el nuevo anuncio de Emidio Pucci? No, el Ray Stevenson en "Dexter"

Quizá Ray no os convenza del todo, no os gusten sus canas o lo veáis un poco mayor. No preocuparse, que tengo una opción que va a ser quorum. Nicolaj Coster Waldau, conocido por su papel en “Juego de tronos”. Y las armaduras no le sientan mal, es más, no creo que le siente mal ni un traje de Agatha Ruiz de la Prada. Pero que donde este hombre enseña todo su potencial es en “Headhunters”. Por cierto, una película divertidísima e imprevisible, y además europea (danesa, noruega, sueca... de algún sitio de por ahí arriba). 

Las camisas blancas se han hecho para que las lleve este hombre, qué digo, este bigardo, este dios, este empotrador total.

Y vosotras (vosotros también podéis opinar, claro, por qué no) ¿a quién le otorgaríais el título de empotrador total?

jueves, 15 de agosto de 2013

Gente molona IV: James Randi


-->
He pasado mis vacaciones por el norte, ese lugar donde en un mismo día te llueve, te hace sol, refresca, vuelve a hacer calor y se remata la tarde con viento. Pero qué queréis, no se puede tener playa y noches frescas sin ofrecer un poco de inestabilidad meteorológica a cambio. Por las tierras asturianas y gallegas, aparte de comer cosas que harían que Obelix se empachara, como el cachopo, también he descubierto al protagonista de este post.

Y es que en el norte hay que buscarse entretenimientos cuando la llovizna, el calabobos, txirimiri y a veces hasta el monzón, te atacan. Yo me refugié de la lluvia en una exposición itinerante de La Caixa titulada “Ilusionismo, ¿magia o ciencia?”.

La muestra conseguía una cosa que muy pocos profesores, en general ésos a los que nunca olvidamos, logra: enseñar de verdad. No para aprobar el examen. No. Hablamos de cuando una idea se te queda en la cabeza para toda una vida. Y es que después de ver toda clase de trucos de magia e ilusionismo y de comprobar cómo los sentidos nos engañan para mostrarnos una imagen del mundo acorde a nuestras necesidades:


... me ha quedado muy claro que, como decía uno de los científicos cuya entrevista se proyectaba en la exhibición: "Más allá de la percepción sólo hay materia y energía". Vemos y oímos lo que nos conviene, lo que nos interesa o se adecua a nuestras necesidades. La percepción no es una muestra objetiva de la realidad. Y eso es precisamente lo que usan los magos para engañarnos. Pero no sólo ellos...

Afortunadamente para vosotros, este post no pretende ser “Redes”. De entre los científicos, magos y expertos que hablaban desde los monitores de la muestra, hubo uno que me dejó enamorada (en el sentido figurado). Este señor que parece una mezcla entre el Gandalf de Ian McKellen y el padre Abraham, el de los pitufos: James Randi.


Antiguo mago, se ha hecho famoso por desenmascarar a médiums, mentalistas, telépatas y gentes con poderes paranormales varios, entre ellos algunos tan célebres como Uri Geller.. "El que crea en la telequinesis, que levante mi mano", dice Randi.

Randi ha tenido tanto éxito que incluso creó, con la ayuda de su asistente, José Álvarez, a “El GranCarlos”, un hombre capaz de contactar con los espíritus con el que engañó a todo el pueblo australiano. Hasta se marcaron una gira por todo el país antes de desvelar que el mentalista no era nada de eso. Pero su gran hit es el conocido como reto del millón de dólares, por el que ofrece todo ese pastizal a aquel que proclame que tiene poderes de cualquier tipo y, efectivamente, se demuestre empíricamente que es así. Huelga decir que nadie ha ganado el premio.


Randi no sólo es un tipo entrañable, entusiasta, que a sus 84 años sigue traspasando la cámara con su convicción y su ingenio: "El Mago de Oz es más entretenido y creíble que la Biblia", dice. 

Randi también tiene sus fallos. Y es que José Álvarez, su asistente y pareja durante 30 años, resulta que no se llama José Álvarez, sino Deyvi Pena. Se cambió el nombre, no sólo porque llamarse Deyvi es una horterada mayúscula, sino porque robó el pasaporte y la identidad del auténtico José Álvarez, y eso, en los Estados Unidos, donde no existe el dni, es un delito de los gordos. Probablemente Deyvi-José sólo lo hizo como una forma de permanecer en el país el máximo tiempo posible y luego se dijo a sí mismo: mañana mismo arreglo mis papeles, pero lo fue dejando, lo fue dejando, hasta que la bola de nieve se convirtió en alud. Probablemente Randi lo supo antes de que lo supieran los medios. O puede que no. El caso es que todo este escándalo ha venido de perlas a los detractores de Randi (toda esa gente que no cree en Dios pero sí en “una especie de energía”; los que piensan que el cáncer puede curarse con positivismo; los que creen en fantasmas, OVNIS y poderes extrasensoriales, pero no en los vampiros y los hombres lobo) para acusarle de ser precisamente aquello que él ha estado criticando durante tanto tiempo: un mentiroso.
A mí, qué queréis que os diga, un tipo que pone fotos así en su perfil de facebook:
Ya me tiene ganada. 
--> La exposición “Ilusionismo, ¿magia o ciencia?” seguirá en Gijón hasta finales de agosto y “Lo último que hago para el Notodo” se proyectará el día 21 por ahí cerca, en el Festival de Cortometrajes de Castro Urdiales.
 Y a vosotros, ¿qué os ha parecido el señor Randi?

jueves, 8 de agosto de 2013

Cosas que no hacer si resulta que tu casa está encantada


-->
Este fin de semana vi “Expediente Warren”. O quizá debería decir que oí “Expediente Warren”, porque ver, lo que se dice ver, vi poco.
Amigos, si sois unos caguetas como yo, de esos que de niña dormían con la sábana rodeándole el cuello porque había visto "El misterio de Salem's Lot" en la tele...
La serie era mala, el libro de Stephen King en que se basaba es malo, pero este niño que volvía de entre los muertos para llamar por la ventana de tu dormitorio, acojonaba. 

... de los que siempre sospecharán de las intenciones de las niñas gemelas por culpa de "El resplandor"y de los que jamás comprarán una muñeca de porcelana, hacedme caso, y ved la película a trozos. El truco es simple, cuando la música suba de volumen, tapaos los ojos y no los abráis hasta que alguno de los personajes haya gritado.

Aunque hay otras formas de evitar pasar miedo. Y es que los protagonistas de todas estas películas de terror, qué queréis que os diga, se tienen bien merecido pasarlo así de mal. Se lo han buscado. Van por ahí provocando a las fuerzas del más allá. Y en "Expediente Warren" pasan casi todas. La película está muy bien hecha, tiene un ritmo envidiable, unos actorazos pero, de lo que más tiene es de tópicos del género. Siguiendo la estela de "American Horror Story", se dedica a sumar toooodas las cosas que dan cague y plantárselas delante a sus protagonistas, una familia encantadora, con cinco niñas muy monas que las van a pasar putas. Pero, insisto, porque quieren. Y es que, ¿a quién se le ocurre...?:

Irse a vivir a una casa antigua aislada en medio de la nada. Todos sabemos lo mal que está el mercado inmobiliario, pero por muy chollo que sea esa casa estilo victoriano, con terreno, trastero y dos pisos, ¡no la compres! O, al menos, mira en google si se produjo algún crimen en la propiedad. Y si entonces averiguas que una bruja mató a su hijo recién nacido, una criada se suicidó y hubo varias posesiones diabólicas, ponla a la venta en el Idealista.

Encontrar habitaciones secretas tapiadas. Ala, qué guay, que nuestro hogar de madera que cruje por las noches resulta que tiene unos metros más... dejemos que nuestras cinco hijas jueguen al escondite por esta zona de la casa donde no funciona la luz. 

Regalar muñecas tétricas. Muñecas grandes, de porcelana, vestidas como damiselas victorianas. Muñecos de ventrilocuo estilo Monchito que podría, perfectamente, protagonizar la versión de “Expediente Warren”, que se llamaría “Expediente Pérez”. Esos muñecos dan miedo porque los vemos capaces de levantarse, cobrar vida y hacernos alguna putada, que se les ve en la cara que no son buena gente. Por eso nunca veremos en ninguna película de terror a unas barriguitas.


Jugar a la ouija. En serio, en pleno siglo XXI, teniendo la televisión, internet y el Candy Crash Saga, ¿no tienes otra cosa mejor que hacer que jugar a la ouija e invocar a las fuerzas oscuras?

Hablar con el amigo invisible de tu hija. Si tu niña te dice, con una sonrisa angelical, que su amigo invisible vivía antes en la casa y que puedes verlo si accionas una caja de música y que se aparecerá por el espejo de dicha caja cuando termine la canción, no le sigas el juego pensando que tiene mucha imaginación... tira esa caja de música y lleva a tu hija a un psicólogo.

En definitiva, que bajar al sótano ése que no tiene luz, irse a vivir a esa casa solitaria, antigua, hecha de madera o mirar debajo de la cama son ganas de que te pase una desgracia. Amigos, si pasada la medianoche oís ruidos provenientes de ese armario viejo que tenéis enfrente de vuestra cama, no os levantéis a ver qué es. Haced como yo, quedaos en la cama, tapaos con la sábana hasta arriba y, si hay algo en el armario, bajo la cama o en ese trastero lleno de polvo y de muebles tapados con sábanas blancas, que venga a por mí.

Y vosotros, amigos valientes que veis las películas de terror sin taparos los ojos, ¿cuándo ha sido la última vez que os habéis hecho caquita? Confesad.

Ah, y este sábado, a las 22.30, se proyecta "Lo último que hago para el Notodo" en Fuencaliente Rural Filmfest, Ciudad Real.