martes, 25 de junio de 2013

La maldición del cuarto izquierda

Hay gente que ve Cuarto Milenio para echarse unas risas.

Yo también era una de ésas. Sí, digo era, porque ahora he pasado al otro lado.

Ahora creo.

Pero ojo, que yo soy una persona seria, no creo en todo, en un tótum revolútum de yetis, extraterrestres, fenómenos paranormales,  auras, telepatía, telequinesia y chicas de la curva.

Yo creo en las casas encantadas. Y creo porque lo he vivido. No es que tenga un amigo, del que me fío mazo, que me ha contado lo que le ha pasado a otro amigo suyo de absoluta confianza. Esto lo he visto con mis ojos y oído con mis orejas. Bueno, sólo lo he oído.

Os conté hace ya una jartá de posts cómo era mi antigua vecina, la Gamba. Ella y su novio mantenían una sana competición de gemidos cada vez que se lo montaban. Unos ruidos tales que lo que ellos hacían no era ni hacer el amor ni follar, ni copular, era más bien una performance. Una vez mi compañera de piso de entonces (y todavía amiga, F.) et moi les aplaudimos y todo.

Pues bien, la historia de la fogosa Gamba y su no menos fogoso novio fue apagándose. Pasadas un par de semanas de la mudanza de él a casa de ella, sus performances fueron haciéndose menos habituales. O a lo mejor menos ruidosas. Hasta que se fueron de la casa ¿Rompieron?, ¿ella se volvió a su Colombia natal?, ¿se dieron cuenta de que ya estaban preparados para dar el siguiente paso en su relación, es decir, irse a vivir a las afueras para tener churumbeles?

No lo sé.

El caso es que se marcharon. Yo pensaba que el piso estaba vacío hasta que vi un nombre nuevo en el buzón, ¡una vecina nueva se había mudado y yo no la había oído! Ni hablar por teléfono, ni encender o apagar la televisión, ni poner música... Mi vecina debía ser sordomuda, era el sueño de toda comunidad de vecinos.

Pero no. No era sordomuda, era simplemente discreta. Hasta que se echó novio. Y entonces descubrí que el piso vecino está encantado. Sobre él pesa una maldición extraña. Nada de psicofonías, ni muebles que se mueven solos, ni niñas pequeñas que desaparecen a otra dimensión y se comunican a través del televisor. Esta maldición afecta al que viva dentro de la casa y mantenga relaciones sexuales. Por influjo de esta casa maldita empezará a gritar de una forma inenarrable, indescriptible, inefable.

Llegado este punto podríais pensar que lo que pasa es, simplemente, que los vecinos son apasionados. Pero es que este ruido (inenarrable, indescriptible, inefable) sólo lo hace él. No ella.

¿Es o no es todo un enigma?

Voy a llamar a Iker para que le dedique un programa especial.

¿No es también un misterio cómo Iker mantiene su mirada misteriosa en todas las fotos?

Mientras se resuelve el caso del cuarto izquierda maldito, os recuerdo que "Lo último que hago para el Notodo" se proyecta este sábado por la noche en Madrid, dentro de la Muestra de cine de Lavapiés.

Y vosotros, amigos del misterio, ¿habéis sufrido algún piso maldito?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

A mí Iker me da envidia, tiene la capacidad de asombro de un niño de 2 años, todo es mágico y misterioso.

Uno dijo...

La cuestión es: ¿el novio de la segunda era el mismo novio que el de la primera? Porque si es así creo que tengo la clave del enigma pero no pienso descubrírtela hasta que no me des tu dirección.
Una pista:

www.youtube.com/watch?v=XfuBREMXxts

Y un abrazo

Esti dijo...

Anónimo, yo creo que habría que ver las tomas falsas de Cuarto Milenio. Seguro que cortan montones de veces por culpa de ataques de risa.

Uno, te aseguro que el novio de la segunda es otro. Tan guapo como escandaloso, eso sí.

Claudia Hernández dijo...

Jaja, yo que tú me cuelo una noche en ese piso con un amig@ a ver si pega esos gritos también. Yo es que soy latinoamericana y creemos en todo pero como si fuese la cosa más natural del mundo, nada de asombros, es parte de la realidad y punto. Jajaja.
Saludos

Esti dijo...

Claudia, imagínate que me cuelo en el piso, me pillan, acabo en comisaría y tengo que explicar que yo no quería robar, sólo ver si el piso estaba encantado...

Amiga R. dijo...

A mi me parece tope sobrenatural. Dberías llamar YA a Iker y que haga un especial. Y de paso que investigue tambien por qué se ve tan poco al guaperas famoso de tu escalera si sabemos que vive ahí. Que yo en todos estos años solo lo he visto una vez. Me aguantó la puerta para que saliera, eso sí. Y me dijo "buenos días".

Esti dijo...

Erre, te diré porqué no se ve al guaperas, ¡porque ya no es un guaperas! La edad, que es muy mala...

loquemeahorro dijo...

Sí en mi edificio sin duda hay un piso maldito, no tengo la más mínima duda. No, no se trata de que rueden ahí pelis porno, pero será lo único que no haya pasado.

Yo no he dicho nada hasta ahora porque me da miedo que venga la nave del misterio y se instale ahí, que es lo único que faltaría.