Porque, amigas (amigos, no os hagáis los duros como si no os interesara la moda, que tengo fotos de Christina Hendricks) me he visto la llegada de casi todos los actores televisivos y, los que se me han escapado (porque hay que ir al baño de vez en cuando) los he cazado vía just jared, un clásico en lo que fotos de eventos yanquis se refiere.
De los premios ya, si eso, hablamos otro día. Aunque está claro que el amarillo, allá en los Estates, no da mala suerte. De amarillo iban Julie Bowen (mejor actriz de comedia por Modern Family), Claire Danes (mejor actriz de drama por "Homeland") y Julianne Moore. Pero no hablamos de ese amarillo que podríamos llamar color hueso, champagne o vainilla. No. Hablamos de amarillo mostaza, amarillo piolín, amarillo que me deslumbras y necesito unas gafas de sol:
¡Mis ojos! ¡¡¡¡Mis ojooooosss!!!!!
Además de amarillo cantoso, en esta edición de los Emmy también hubo algunos grandes clásicos de toda alfombra roja. Como esas actrices que han pensado que pagar a un estilista es un gasto tontísimo y acaban vestidas cual madrina que va a una boda en Vicálvaro. Como Julia Ormond ("Mad men") o Archie Panjabi ("The good wife").El caso de Julianna Margulies ("The good wife") es la demostración del daño que hizo aquella escena en "Lo que el viento se llevó", cuando Escarlata O'Hara se hace un modelazo con las cortinas de Tara. Y es que aprovechar el tapizado de un sofá para hacerse un traje no es buena idea.
Tampoco es buena idea ir de fashionista, it girl o fashion victim sin ser tú nada de eso. En un claro ejemplo de lo sabio que es el refranero español cuando dice Manolete, si no sabes torear, pa que te metes, aquí vemos a 3 actrices que no son Charlize Theron, empeñadas en ponerse vestidos que sólo a Charlize le quedarían bien:
En el caso de Elizabeth Moss, además, eso de combinar volantes, flores y corte asimétrico, es que ni en un modelo de Vicki Martín Berrocal para la feria de abril.
A estas alturas de post os lo estaréis preguntando, ¿estaba ELLA? Y sí, estaba. La invitada con más amigos en el mundo de las relaciones públicas. La que no se pierde una. La que eso de quedarse en casa tranquilamente viendo una peli no lo hace ni loca, ¡Heidi Klum! Que digo yo que ha salido a los Emmys de caza, ahora que se ha divorciado, porque el escote de su vestido casi se unía a la abertura de la falda.
Tampoco iba precisamente sutil Christina Hendricks. Pero tener una talla 200 de pecho es lo que tiene, que no hay manera de ser sobria. Morena Baccarin ("Homeland") es tan guapa que podría haber ido hasta con un vestido del Sepu, pero ese escote tan brutal que llevaba, ¿cómo se sujeta?, ¿con blue tack?, ¿con superglue?, ¿cinta adhesiva de doble cara?
Algunas invitadas no es que fueran mal vestidas, es que estaban desubicadas. Sofía Vergara iba vestida para un número musical, tipo corista de Las Vegas. Kristen Wiig, por su parte, se pasó de hippie. Parecía más preparada para la fiesta flower power de Ibiza que para los Emmy.
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En el auténtico duelo de la noche, que no ha sido Mad men vs Homelang, ni Modern family vs todas las demás comedias, sino el duelo de señoras Draper. Y ganó la segunda esposa. Insultantemente guapísima iba Jessica Paré, de blanco. January Jones sigue siendo la doble de Grace Kelly, si Grace Kelly hubiera decidido peinarse con el estilo lamido de vaca:
Con permiso de Jessica Paré, ha habido otras que iban también divinas. Julia Louis Dreyfuss, merecidísima ganadora a mejor actriz de comedia por "Veep", estaba estupenda. Michelle Dockery (Dowton Abbey) iba ideal, aunque nunca podrá superar los modelazos que luce en la serie británica. Pero yo elijo a estas tres mozas como las mejor vestidas de la noche:
Hayden Panettiere ("Héroes") con un modelo digno de protagonizar el próximo éxito de Bollywood. La muchacha tenía problemas para andar por lo estrecha que era la falda pero para estar bella hay que sufrir. Emily VanCamp ("Revenge") también lucía transparencias (que me gusta a mí una transparencia) en gris, todo elegante y clásico y monísimo y un poco catálogo de Pronovias, todo hay que decirlo. Más arriesgado era el vestido de Ginnifer Goodwin ("Once upon a time"), alegre y muy original.
Last, but not least, premio ex aecquo a las más rumbosas a dos maduras: Christine Baranski ("the good wife") luciendo piernas, porque puede, con un minivestido dorado. Y Jessica Lange, que no se quita las gafas de sol en la alfombra roja, porque no le da la gana.
¿Y quién fue la peor vestida?
Ashley Judd, no sé qué es peor, si ese moño por todo lo alto, ese broche que parece una insignia de una orden militar, ese lazo del tamaño del estado de Nebraska o toda su filmografía en los últimos 10 años.
Y vosotros, ¿qué opináis de los modelazos de la alfombra roja de los Emmy 2012?, ¿me he dejado alguna de las mejor o peor vestidas?
Me voy a dormir, que ya es hora.