jueves, 30 de octubre de 2008

Buen rollo y café

Anoche en un programa dedicado a la crisis económica, porque estamos en crisis, por si alguien todavía no se había enterado, se hizo la prueba de ofrecer a gente que iba a la oficina del paro un trabajo de vendimiador por 1500 euros. Con eso pretendían demostrar la perversa teoría de que la crisis no era para tanto porque la gente, en general, declinaba la oferta (sí, el programa era de Antena 3 sólo a ellos se les ocurre insinuar que la gente no trabaja porque no quiere). Al menos ahí les ofrecían un salario, porque ¿qué hubieran hecho si les hubiesen ofertado algo tal que así?: Trabajo de tres días dividido en dos fines de semana, 8 horas mínimo al día, posibilidad de horas extras, se entra a las ocho de la mañana, 1 hora de comida, sólo si se puede, no remunerado. Probablemente entonces los de la cola del paro organizarían un motín contra el periodista, y le perseguirían armados de azadas y antorchas. Pero hay quien acepta esas ofertas. En los cortos se trabaja así. Y gratis, a excepción de los eléctricos, claro está.

La pregunta es: ¿por qué? ¿somos masoquistas?

Los cortometrajes son los becarios del cine. Así, mientras un becario hace fotocopias y trae cafés con la esperanza de que le renueven el contrato y algún día le den responsabilidades, el que trabaja en un cortometraje madruga y curra gratis no sea que en el corto haya alguien que consiga pronto trabajar en una peli y entonces se acuerden de él y le llamen. Pero existe la posibilidad de que el corto sea malo, o peor aún, que sea bueno y no gane ni un solo premio.
Ahora la pregunta es: ¿merece la pena ese esfuerzo?

Yo creo que sí. Con una condición: que haya buen rollo. A cuento de qué madrugar, con lo malo que es eso, y más en plena ola de frío, (hay crisis económica y ola de frío, por si no sabíais) y currar tantas horas seguidas si no hay, al menos, unas cuantas risas. En el rodaje de "mañana" de eso hubo mucho, así que NOS LO PASAMOS EN GRANDE.
A la diversión ayudó que el equipo era más majo que las pesetas, que todo el mundo pedía las cosas con educación, sin gritos, y que siempre había termos llenos de café.

Las actrices en maquillaje, con sus dos buenos cafés.


Además, y quizá porque ya había pasado todo lo pasable antes, apenas hubo imprevistos que retrasaran o putearan el rodaje.

Ah, bueno, sí que los hubo. Pero todos se concentraron en vestuario: la noche anterior al primer día de rodaje, cuando faltaban algunas compras de última hora, robaron la cartera a la chica de vestuario, se abrió por error el grifo del bidé y no sólo se mojó todo el suelo del baño sino también toda la ropa dejada ahí, la noche del sábado al domingo llovió y no pudo secarse la ropa necesaria para el día siguiente, así que hubo que tenderla en los focos:

Los focos no sólo sirven para iluminar.

Ahora sólo queda (léase todo de tirón y sin respirar): el montaje, la postproducción, el etalonaje, pasar la copia a cine, hacer copias de dvd, mandar el corto a festivales y celebrar una fiesta de estreno.

Hasta que todo eso pase no habrá imágenes del corto, así que os dejo con una foto del rodaje la mar de misteriosa. Viéndola, ¿de qué créeis que va el corto? El que más se acerque se lleva... se lleva... se lleva... bueno, me lo voy pensando:

miércoles, 22 de octubre de 2008

Buenas malas series

Sigo viva. Puede que parezca lo contrario porque no contesto a los correos electrónicos a los 30 segundos habituales. Porque no salgo los fines de semana ni mando mensajes con el texto: "¿haces algo esta noche?". Porque ni me acuerdo de la última vez que fui a clase de claqué. Pero sigo viva. De verdad.

Este domingo acabaremos de rodar "Mañana" y, por tanto, volveré a ser una persona con vida social. O no, que todavía queda el montaje.

Hasta que llegue ese momento me reservo contar nada sobre la grabación del corto. Mientras tanto, usaré el recurso habitual para rellenar un post sin devanarse demasiado los sesos: youtube.

Los cinco o seis que soléis visitar este blog recordaréis la serie "Gabriel, un amor inmortal". Para los que no leísteis ese post os doy dos opciones: leerlo, o leer este resumen: Gabriel es un vampiro de 300 años, torturado e infeliz por la muerte de su esposa e hijo hace también 300 años, que un día reconoce en una doctora a Bibiana, su esposa muerta." Pero lo mejor de esta serie no está en su argumento, sino en el reparto: Gabriel está interpretado por Chayanne y su archienemigo Pizarro es José Luis Rodríguez "el Puma".

La serie ya se ha emitido y, por tanto, ya hay fragmentos colgados en la red. Aquí os dejo mi favorito, con anuncios y promociones incluidos y una escena final entre Chayanne y una doctora de generoso escote y pelo abundante que no tiene desperdicio:


Si esta serie se emitiera en la televisión nacional, yo la vería. Es mala, es cursi, está llena de lugares comunes, es un quiero y no puedo lleno de efectos especiales de andar por casa y vestuario histórico comprado en tienda de disfracez. Pero lo que la hace tan divertida es que se toma tremendamente en serio a sí misma. Eso la hace perfecta para convertirse en serie de culto o, mejor, en una buena mala serie.

Porque cuando uno ve la tele tiende a engancharse a lo más facilón. Quizá por la capacidad que tiene de sacar no tanto lo peor de nosotros mismos, sino lo más vago. La tele multiplica por (introducir aquí un número de muuuchos ceros) nuestro impulso natural hacia la ley del mínimo esfuerzo.

Entre mis malas buenas series favoritas, además de "Gabriel", está todo un clásico: "Melrose Place". Aquella serie de los 90 que consistía en unos vecinos que liaban los unos con los otros y en la que la piscina común era un personaje más. La mecánica de "Melrose Place" era simple: todos se enrollaban con todos y cuando a un personaje ya no le quedaba con quién enrollarse, lo echaban y llegaba otro que repetía la misma ruta de amoríos de puerta en puerta. Por supuesto, todos los actores eran jóvenes y jamones, lucían tipo en la piscina y tocaban todos los palos del culebrón: cuernos, abortos, mentiras, embarazos, chantaje, brote de locura, pero lo que la hacía divertida era que no se tomaba en absoluto en serio a sí misma.

Y vosotros, ¿cuál es vuestra buena mala serie preferida?
Ah, casi se me olvida, este viernes 24 de octubre, a las siete de la tarde, en la escuela de música de Berriozar (Navarra), se proyecta "Bichos raros" dentro del festival de temática social.

lunes, 13 de octubre de 2008

Podría ser peor, podría llover

Hace años, de cría, oí en un documental que el ser humano pasaba un número determinado de constipados a lo largo de su vida, unos cien, y que pasado ese cupo, no volvía a resfriarse. Yo me alegré un montón, cogía tres o cuatro resfriados al año, hice cálculos y vi que para los 25 por fin me libraría de la congestión nasal, la afonía y el malestar general. Adiós al paracetamol, el acidoacetilsalicidico y el zumo de limón con miel. Cumplí 26, 27, 28… y alguno más que no diré porque yo, como Ana Obregón, ya no cumplo años, los descumplo. El caso es que sigo resfriándome y poniéndome hasta arriba de paracetamol.

Quizá eso del cupo no existe, aunque nos gustaría. Por ejemplo, pensamos que hay cupo de virtudes o defectos, que nadie puede tenerlo todo ni carecer de todo. No puede ser que una modelo sea guapa, alta, famosa, con suerte en la vida, pareja estable y feliz y además pretenda ser inteligente y con sentido del humor. Venga ya hombre, eso es recochineo, un insulto al resto de los mortales. Y, sin embargo, se me ocurren varios ejemplos de gente perfecta. O casi.

Durante el proceso de preproducción del corto nos pasó de todo, tantas cosas que yo pensé que habíamos cumplido el cupo de contingencias que pueden suceder. Las enumero aquí, cronológicamente, para que veáis que no exagero:
  • Se cae la directora de arte. No encontramos a nadie que pueda en las fechas previstas para rodar.
  • Retraso en la fecha de rodaje.
  • La directora de arte sí puede en esas fechas, pero uno de los actores no.
  • No hay manera de encontrar director de producción, todos están ocupados.
  • Se cae la localización principal, a buscar otra.
  • La directora de arte que sí podía en esas fechas, ahora resulta que no porque anda muy liada en su curro. Hay que buscar a otra.
  • Como segunda localización tenemos medio apalabrado un piso en el centro, también se cae.
  • Encontramos otra alternativa para la segunda localización, pero las calles adyacentes están con obras y nos deniegan el permiso para aparcar los coches de producción e iluminación en la zona.

Todos estos problemas se fueron solucionando y yo, ingenuamente, pensé que ya no pasaría nada más, ¿por qué? Porque habíamos cubierto el cupo. Entonces, este viernes, llega la bomba: a la actriz protagonista le cambian el plan de rodaje en la serie en la que trabaja y nos dice que no puede rodar uno de los días, ni tan siquiera unas horas, sólo puede el fin de semana de la semana siguiente.

Eso no sólo supone reconvocar a todo el equipo a un día para el que puede que no tengan disponibilidad. Significa también pedir permisos para un día distinto al que al principio se había previsto. Significa negociar con la empresa suministradora de la cámara y las luces para que no te cobre prácticamente el doble. Y rezar para que el equipo también esté disponible ese día y no lo hayan alquilado ya a otra producción.

Todo esto se solucionó. Se decidió rodar el día que faltaba el sábado de la semana siguiente y se habló con unos, con otros para apañarlo. Podría pensarse, de nuevo, que el cupo de problemas ya lo habíamos rebasado. Ya no podía pasar nada más.

Entonces el agente de la actriz protagonista nos dice que ese sábado ella está de gira con una obra de teatro en el País Vasco y que, por tanto, no puede rodar ese día.

Como diría mi amiga A. después de tomarse varios cubalibres y girar como una peonza al bailar con un genuino berlinés: olé.

Ahora no me arriesgo. Creo que vamos a rodar este fin de semana y el domingo siguiente. O igual no. A lo mejor la actriz no puede porque la abduce una raza extraterrestre. O a lo mejor todavía pasan muchas cosas, cosas que ni siquiera puedo imaginar de lo terribles que son. A lo mejor incluso llueve:



Como no todo van a ser malas noticias, aquel corto que sí rodamos, "Bichos raros", se proyecta en mi pueblo, en Tudela, en el cine Moncayo, este viernes día 17, dentro del festival Ópera Prima para largometrajes de directores noveles, así que el corto no está dentro de concurso. Gracias a Julio Mazarico, que es quien se ha encargado de hacer todo lo posible porque el corto se proyectara. Su página, aquí.

Tampoco es un concurso la muestra de cortos de Arganzuela, pero se celebra en un sitio estupendo: la casa del reloj del Matadero de Madrid, y será este sábado día 18.

lunes, 6 de octubre de 2008

Historia ficción (Berlín II)

Cada ciudad se define por algo. Roma: la antigüedad, las pizzas y los italianos salidos. París: el amor, las tiendas y los parisinos bordes. Madrid: muchos bares, el Prado y cacas de perro por las calles.

En el caso de Berlín, el muro y la historia reciente de Alemania marcan la ciudad. Pero a mí la historia reciente en general y la alemana en particular me la traen al pairo. Más que nada porque he visto tantas películas sobre la II guerra mundial y el Holocausto que me he saturado. Hay comedias ("la vida es bella"), musicales ("Cabaret"), erótico-festivas ("portero de noche") incluso la versión alemana de los hechos ("Stalingrado", "Amén"). Y, por supuesto, las más numerosas, las producidas en Hollywood para recordar a todos los europeos, incluso los nacidos mucho después de la II guerra mundial, que fueron ellos, los americanos, los que nos salvaron de los malvados alemanes.

Pero como decía, a mí la historia reciente me la trae al pairo. La historia reciente está demasiado bien documentada, tanto que no deja sitio a la fantasía, ni mucho menos al glamour. Berlín está llena de vestigios del pasado. A los berlineses les encanta vestirse con vestigios del pasado, y lo llaman retro. Venden souvenirs que son vestigios del pasado: gorros rusos, trozos del muro, medallas del ejército alemán o del soviético.

Detrás del muro que separó la ciudad, supuesto simbolo de la democracia y del fin de una separación muy dolorosa para Alemania, hay ahora anuncios de conciertos de mega estrellas como Elton John.

Pero yo prefiero el pasado remoto, la historia antigua, esa que está tan lejos que es más fácil inventar sobre ella que documentarse, porque sólo quedan trocitos de piedra encerrados en urnas de cristal. Si existe la ciencia ficción, alguien debería acuñar el término historia ficción, porque cualquier novela, película… ambientada en un pasado remoto se está inventando tres cuartas partes de lo que dice. Y eso es lo más me gusta. Además, los pueblos antiguos tenían muchísimo glamour, esas túnicas, esas joyas, esos templos.

Antinoo, amante del emperador Adriano. Murió muy joven y Adriano inició su deificación, hay estatuas suyas en el museo de Pérgamo y en los museos vaticanos de Roma. Yo, desde luego, le adoraría.

Probablemente los romanos no eran el pueblo sabio y hermoso en el que se puede pensar viendo las estatuas o templos que hay en el museo de Pérgamo. Esclavistas, machistas y con unas condiciones de vida brutales para los que hemos nacido en el siglo XX. Vidas sin televisión, sin teléfono móvil, sin edredón de plumas, ni coche, ni patatas, chocolate, seguridad social, vacunas o antibióticos.

Pero precisamente por la diferencia es por lo que me atraen tanto todas las civilizaciones antiguas. Por eso hoy me he tragado una hora de una tv movie infumable y larguísima sobre Atila, rey de los hunos, por eso he visto las dos temporadas enteras de "Roma", una serie muy irregular, que en la primera temporada agilizaba la narración alternando una escena histórica y complicada en el Senado con otra de polvo o esclavo en desnudo frontal. Y en la segunda temporada fue todavía peor porque resolvían todo con violaciones anales. Por muy brutos que fueran los romanos, no lo eran ni la mitad que los guionistas de "Roma".

Y sin embargo, si uno visita Pompeya encuentra restos de pinturas en las paredes de las casas, equivalentes a los graffitis de ahora. Iguales a los que te encuentras en el muro de Berlín:

María gentilmente nos señala un conmovedor mensaje para la posteridad en el muro de Berlín: devolverme mi maleta, hijos de puta del aeropuerto. Firmado: Juanky

Por cierto, "Bichos raros", aunque parezca mentira, todavía opta a algunos festivales. El pasado viernes, 3 de octubre, se proyectó en el festival de Detmold (Alemania), y hoy mismo se exhibe en Mieres (Asturias) a las 20:30 en el auditorio de la casa de cultura.